viernes, 19 de diciembre de 2008

EL JUEGO DE UN NIÑO


El niño es inocencia y olvido, una renovación, un juego, una rueda que gira sobre sí misma, un primer movimiento, una santa afirmación” (Friedrich Nietzsche ).
Un niño siempre es un niño, porque antes de serlo no era nadie. No es lo que ha sido o no ha sido, simplemente es. No es lo que tiene, porque sólo se tiene a sí mismo, y su juego. Un niño es Ser, pura realidad, libertad sin condiciones, creatividad absoluta.

Un niño no pierde la vida, sólo muere y vuelve a nacer al cambiar de juego. A veces nace como adulto, y otras vuelve a ser un niño.

Un niño que juega es un niño feliz, pues no piensa en un antes y un después, sólo está concentrado en las reglas del juego, si es que las hay.

El juego de un niño, como la amistad pura, se quiere por sí mismo. No es un medio para alcanzar un fin, es pura plenitud, gratuita, no busca un interés… por eso el niño es feliz.. Su juego es lo que quiere, su felicidad. No lo desempeña para conseguir un bien mayor, pues el bien mayor para un niño es el propio juego.

El niño que juega, no tiene conciencia de la muerte, por ello, no cae en los brazos del temor a no ser. El niño es vida en toda su expresión y no se siente juzgado por ningún valor ¿Para qué, si puede construirlos?

Para un niño, cada vez, es como si fuese la primera vez. Su inocencia, no tiene contrario, su contrapartida no es la culpa.

Muere Dios, gana la vida, pierde el tramposo, nace el artista.



PARA IR EMPEZANDO

Al hilo de lo que se comenta en el vídeo, con posterioridad he encontrado este fragmento de la película de Dalton Trumbo "Johnny cogió su fusil". No tiene desperdicio:

" No existe nada noble al morir. Ni siquiera cuando mueres por honor. Ni siquiera cuando mueres como el mayor héroe que el mundo haya visto. Ni siquiera cuando eres tan grande que tu nombre nunca será olvidado y ¿Quién es así de grande? Lo más importante es su vida muchachos. Ustedes no son nada muertos, excepto para los discursos. No los dejen burlarse más. No pongan atención cuando les den palmadas en los hombros y les digan, ven con nosotros tenemos que pelear por la libertad o cualquier palabra que usen, porque siempre hay una palabra. Sólo digan, señor lo siento, no tengo tiempo para morir, estoy muy ocupado y después den la vuelta y corran como si el diablo los siguiera. Si ellos dicen cobarde, no presten atención, porque su trabajo es vivir y no morir. Si ellos hablan sobre morir por los ideales que son más grandes que la vida, ustedes le contestan, señor usted es un mentiroso. Nada es más grande que la vida. No hay nada noble en la muerte. Qué hay de noble en yacer en la tierra y pudrirse. Qué hay de noble en no volver a ver la luz del sol. Qué hay de noble en que te vuelen las piernas y los brazos. Qué hay de noble en ser un idiota. Qué hay de noble en ser ciego y sordo e ignorante. Qué hay de noble en estar muerto. Porque cuando esté muerto señor todo se habrá acabado. Ese es el fin. Será menos que un perro, menos que una rata, menos que una abeja, que una araña, que un gusano blanco arrastrándose en un depósito de estiércol. Usted está muerto señor y murió por nada. Usted está muerto señor. Muerto. "